El pasado 24 de marzo comenzó, en las proximidades del Acuartelamiento Aéreo de Tablada, el montaje de la base aérea desplegable (DOB 2017-01), como uno más de la serie de ejercicios de base aérea desplegable del Mando Aéreo de Combate.
Para el despliegue se cuenta con la participación de 175 personas y un movimiento de 185 toneladas de material y equipos.
Estos ejercicios tienen como finalidad preparar los módulos y capacidades que el Ejército del Aire deberá aportar en el despliegue de una base aérea sin apoyos.
El 27 de marzo, a las 00:00 horas y tras 36 horas de trabajo, finalizó la fase de despliegue, declarándose su capacidad operativa total (FOC). A partir de ese momento comenzó la fase real del ejercicio en la que se certifican las capacidades desplegadas y se controlan operaciones aéreas reales.
La misión del ejercicio es desplegar y operar las capacidades del Grupo Móvil de Control Aéreo (GRUMOCA) y el Segundo Escuadrón de Apoyo al Despliegue Aéreo (SEADA) con el fin de incrementar y evaluar el adiestramiento de estas unidades.
Sobre el GRUMOCA recaen las capacidades relativas al mando, control y comunicaciones necesarias para el apoyo de las operaciones aéreas. El SEADA se encarga de los módulos de ingeniería y protección de la fuerza.
Además, durante el ejercicio se simulan ataques enemigos con medios aéreos reales para representar posibles situaciones en las cuales el personal del Ejército del Aire podría desarrollar su misión.
Para ello, los módulos desplegados por el GRUMOCA se integran en el Sistema de Mando y Control consiguiendo así su plena operatividad.
Por parte del SEADA, se realiza una simulación de recuperación de pistas dañadas, integrando personal de protección de la fuerza, equipos de desactivación de explosivos e ingeniería.
En ejercicios como este se comprueba el carácter móvil y expedicionario de las unidades del Ejército del Aire, así como el grado de preparación y adiestramiento del personal.
